REEQUILIBRAR LA RESPIRACIÓN
Los seres vivos dependemos del oxígeno. La respiración es una función imprescindible que se realiza sin voluntad consciente. Quizás por ello, en Occidente no le prestamos la debida importancia. La mayoría de las personas respiran de forma superficial, rápida e incompleta, aprovechando sólo parte de su capacidad pulmonar. Sin embargo, nuestro cerebro puede ejercer un control directo sobre la respiración, hasta llegar a convertirla en un método terapéutico. Existen diferentes técnicas para aprender, reeducar y corregir malos hábitos.
Una respiración correcta garantiza una perfecta oxigenación de las células, que favorece los procesos metabólicos y acrecienta los niveles de energía. Un correcto control de la respiración incide positivamente sobre los sistemas endocrino e inmunitario. Ante un estado de nervios una respiración profunda nos tranquiliza. Por su efecto relajante ayuda a superar situaciones de tensión y estrés. Amplia la claridad mental, favorece la concentración, ayuda a recuperar la memoria, contribuye a combatir el insomnio e influye favorablemente en diversos aspectos emocionales.
Destacados maestros Taoístas aseguran que una respiración correcta restablece, equilibra y favorece la circulación energética. El aire contiene moléculas con carga electromagnética. Una adecuada respiración neutraliza a los protones, capaces de incrementar la serotonina, hormona que origina hiperactividad y depresión. De esta forma, la energía se tramite a todo el organismo recargando las células y equilibrando su polaridad.
Una respiración correcta comienza por la nariz. En su proceso ha de intervenir el diafragma y se ha de utilizar toda la capacidad pulmonar.
Maripi GADET