SER ASERTIVO EN EL ENTORNO LABORAL
La negociación de forma asertiva en el mundo laboral es una técnica para comunicar que a su vez modifica la conducta y manera de pensar de otros. La persona que aborda una situación en el entorno laboral de forma asertiva tiene más posibilidades de lograr una solución satisfactoria, pero no sólo para sí misma, sino también para los que intervienen en ella..
Quien no es asertivo actúa así porque carece de autoestima. Es importante recordarse a sí mismo que se es tan importante como los demás y, sobre todo, prestar oídos a las propias necesidades.
Enfadarse provoca confusión en uno mismo y hace que los demás nos consideren débiles y con baja credibilidad. Negar o ser testarudo no suele funcionar a largo plazo ya que hemos de tomar en consideración los puntos de vista de los demás. Es mejor guardar la calma, pero firmemente, exponer la opinión propia.
Tampoco es recomendable pedir excusas gratuitamente a menos que sea necesario. Si se reservan las disculpas para cuando sean
Arrinconar a los demás provocará en ellos cólera y resentimiento, lo que dificultará nuestra relación con los demás e imposibilitará su cooperación. Si respondemos a cualquier injusticia con amenazas, la credibilidad y la cooperación que buscamos resultarán imposibles.
Ser asertivo supone aceptar la derrota con elegancia y en buenos términos, con independencia de los sentimientos que se nos despierten después. Si se nos ve aceptar de forma cortés la situación tras una discusión, la gente nos respetará más.
Para poder ejercitar la asertividad hemos de tener capacidad de negociación, durante la cual intentaremos conseguir lo que se quiere con el beneplácito del otro, que lógicamente también va a verse beneficiado de alguna forma.
Supongamos que es el primer día en un nuevo empleo y hemos de conocer a los nuevos compañeros. Podemos:
Mostrar indiferencia y hacerse el interesante. CONDUCTA AGRESIVA.
Presentarse con educación y entablar una conversación con cada uno. CONDUCTA ASERTIVA.
Puede darse el caso de que creamos que merecemos una promoción o un aumento de sueldo, y deseamos pedírselo a nuestro jefe. Para lograrlo podemos:
Exigir sin tacto y tratar de forzar el aumento, lo cual pone de manifiesto una actitud agresiva.
Exponer de manera respetuosa las razones por las cuales se cree merecedor del aumento o promoción y si a la primera no se obtienen los resultados deseados, intentarlo de nuevo siempre manteniendo la calma. Esta es la actitud asertiva.
Un compañero de trabajo habitualmente te hace llegar su trabajo para que seas tú quien lo lleve a cabo y has decidido terminar con esta situación. Cuando se vuelve a acercar a ti pretendiendo que le ayudes puedes:
Responder con actitud pasiva: “es que estoy bastante ocupado, pero bueno, si ves que no puedes hacerlo te intentaré ayudar”
Responder con actitud agresiva: “ni hablar, estoy harto de que me tengas por tu esclavo”
Responder con actitud asertiva: “habitualmente me pides que te ayude con tu trabajo porque no te da tiempo o porque no sabes hacerlo (hechos). Estoy cansado (sentimientos) de hacer mi trabajo y el tuyo así que intenta hacerlo tú mismo (conductas), seguro que así te será mas fácil la próxima vez (consecuencias).
En conclusión: Ser asertivo en el entorno laboral nos otorgará ventaja sobre quienes no lo son por el simple hecho de saber cómo y cuándo pedir las cosas.