Trastornos psicosomaticos
Somatizar significa convertir, de forma involuntaria, problemas psíquicos en síntomas o padecimientos físicos; por lo tanto el término trastorno psicosomático se utiliza para referirse a un determinado padecimiento físico sobre el que los factores psicológicos juegan un papel importante. Esos factores influyen en una determinada enfermedad de diversas formas: contribuyendo al inicio o empeoramiento, alterando su curso, interfiriendo en su tratamiento, aumentando el factor de riesgo o simplemente agravando los síntomas.
En épocas anteriores resultaba impensable que aspectos psicológicos pudieran influir sobre enfermedades físicas como son las alergias, el cáncer, la diabetes, la miopía, diversas enfermedades coronarias, el asma, etc.… Sin embargo, estudios recientes demuestran que factores como la actitud del paciente frente a la enfermedad, su personalidad, sus creencias y entorno cultural o las circunstancias medioambientales pueden desempeñar un papel esencial en la evolución natural de estas dolencias.
Una negativa actitud emocional, conductas poco saludables como el consumo de ciertas sustancias, el sedentarismo, unos hábitos alimenticios poco adecuados, e incluso el estrés, son condicionantes que favorecerían la aparición de este tipo de trastornos.
Existe otra figura, otro tipo de dolencias, que relacionan la psique con el organismo: los trastornos somatomorfos. A diferencia de los trastornos psicosomáticos, donde la enfermedad existe como tal, estos son dolencias físicas no atribuibles a ninguna enfermedad física, determinadas única y exclusivamente por factores psicológicos. Se manifiestan en forma de síntomas físicos como pueden ser náuseas, dolor, inflamación, vértigo o debilidad que no pueden ser explicadas dado que no se padece ninguna enfermedad que justifique su aparición, aunque, por norma general, los pacientes nieguen padecer problemas psicológicos.
Tanto los trastornos psicosomáticos como los somatomorfos son muy frecuentes en nuestra sociedad actual, estimándose que entre un 25-75% de las visitas a los servicios de Atención Primaria se deben a problemas psicológicos con síntomas físicos asociados. Como los propios pacientes no aceptan que su problema sea emocional suelen subdiagnosticarse y por ello sólo un 5% de los pacientes ambulatorios en España reciben un diagnostico correcto. Estadísticamente, los pacientes que presentan estos trastornos pasan de 5 a 7 días al mes en cama, comparados con otros con problemas médicos importantes que solo pasan, de promedio, 1 día o incluso menos al mes, con el coste que eso supone a la sociedad.
Paloma Hornos