La biomasa, un motor para optimar el país
La biomasa es la fracción biodegradable de los productos, desechos y residuos de origen biológico procedentes de actividades agrarias, de la silvicultura y de las industrias conexas, incluidas la pesca y la acuicultura, así como la fracción biodegradable de los residuos industriales y municipales.
Biomasa como fuente empleo
Biomasa significa empleo, pues es la única energía renovable que precisa de un aprovisionamiento continuo de combustibles, cuya valorización permite la generación de energía eléctrica o térmica. Ello implica que, en todos los procesos logísticos relacionados con este suministro continuo de materias primas biomásicas (agrícolas, forestales, ganaderas…), se genere un número elevadísimo de empleos perdurables en el tiempo, al estar directamente relacionados con la gestión de las instalaciones e indirectamente con las actuaciones derivadas de la recogida, pre-tratamientos, distribución y transporte de los combustibles biomásicos.
Biomasa y sostenibilidad
Numerosas materias primas biomásicas son generadas en procesos productivos en industrias o en explotaciones agrarias y
Biomasa, un impulso al desarrollo rural
Pese a la importancia que la valorización de biomasas supone para la sociedad y a la situación privilegiada de la que goza nuestro país, tercero en el ranking europeo en lo que a potencial de recursos biomásicos se refiere, su condición industrial es continuamente relegada. Así, mientras en los gigantes europeos es una fuente de energía renovable indiscutida y prioritaria, aquí se sigue considerando un recurso marginal para producir energía renovable
En este sentido, la UNIÓN POR LA BIOMASA, foro por el Empleo, la Sostenibilidad y el Desarrollo Rural a partir de la valorización energética de las biomasas, defiende que “la puesta en valor de estos beneficios añadidos del sector de la biomasa ha de realizarse con una determinación y medios equiparables a los que dedican las políticas europeas, implementando unas medidas de apoyo y fomento coherentes tanto en los ámbitos regulatorios, como económicos e institucionales”. Al tiempo que advierte que “llevar a cabo este ejercicio en España pasa fundamentalmente porque exista voluntad política real para activar un sector cuya viabilidad es incuestionable”.
La UNIÓN POR LA BIOMASA se constituye como el techo bajo el que se integra el sector español de la biomasa y surge como iniciativa de los productores de biomasas agrícolas y las cooperativas agrarias y ganaderas, los productores de biomasas forestales y los productores de energía procedente de las biomasas. Su objeto es llevar a cabo una defensa conjunta y coordinada de sus intereses comunes ante las administraciones nacional y autonómicas bajo la máxima de promover el aprovechamiento energético de la biomasa en España. Ante la proximidad de las Elecciones Generales y la urgencia de la apuesta por la biomasa en nuestro país, defienden que esta debe ser atendida y proponen una serie de retos para la próxima legislatura:
- Creación de una Comisión Interministerial permanente, con representación o participación periódica de las CC.AA. y del sector en la que se aborde el desarrollo del sector español de la biomasa en su conjunto. Debe establecerse con urgencia un marco normativo específico que reconozca las singulares aportaciones sociales, económicas y medioambientales que esta energía limpia genera en los sectores agrícola, ganadero y forestal.
- Compromiso sobre la consecución de los objetivos 2020 a través de un apoyo sostenido al sector.
- Compatibilidad entre desarrollo del sector térmico y el sector eléctrico: óptimo. No debe abandonarse el desarrollo de la vertiente eléctrica del sector aduciendo que se está apoyando la vertiente térmica sino que debe apoyarse el desarrollo de un mercado consolidado de combustibles biomásicos en España independientemente de cual sea el uso que se dé a la energía que se genere a partir de los mismos.
- Potencial contribución a la reindustrialización de España. No tiene ningún sentido, ni económico ni político, desde el punto de vista del desarrollo armónico de los distintos territorios del país, continuar sin apoyar explícitamente a la industria de la biomasa.
- Coherencia entre las políticas que se implementen en materia energética, medioambiental y fiscal. Es imprescindible que las políticas energéticas relativas a la biomasa se desarrollen siempre en congruencia con los objetivos medioambientales. Asimismo, las políticas fiscales deberían incentivar o, en cualquier caso, no penalizar las actividades relacionadas con el aprovechamiento de los recursos biomásicos.
- Fomento de un mercado de biomasas nacional, que aglutine a los micromercados existentes en la actualidad.
Muy buen artículo y mejores título y subtítulo.
Aprovechar la biomasa permite pasar del concepto usar-tirar al concepto de economía circular: usar-reutilizar-producir-usar.
Pero la biomasa no solo vale como fuente de energía “verde” permitiendo el ahorro de valiosos recursos no renovables. También es una importante materia prima con la que se obtienen, mediante una adecuada tecnología, productos únicos de gran valor agregado.
A día de hoy el liderazgo a nivel mundial corresponde a Estados Unidos y su potente industria biotecnológica ha permitido impulsar el desarrollo rural de muchas zonas agrarias del país.
Más cerca en Europa, Holanda es ya un polo de desarrollo industrial de aplicaciones de la biomasa de segunda generación (lo que queda luego de aprovechar las partes comestibles y aprovechables)
Es impresionante los productos que se pueden obtener a partir de los humildes residuos de las cosechas. Productos potentes a nivel industrial como los que ofrecemos en http://www.CalidadNatural.com o como los que ha desarrollado la Universidad de Delft en Holanda (por ejemplo, concreto autoreparable)
Es muy loable la iniciativa de la Unión por la Biomasa pero a no olvidarse que la biomasa representa muchísimo más que energía aprovechable.
Saludos!
Muchisimas gracias por tus amables palabras.Por cierto, enhorabuena por vuestra empresa. Un saludo y espero sigamos en contacto.