El almizcle genuino es una de las feromonas más poderosas de la naturaleza. Se trata de la secreción fragante de los folículos prepuciales del Moschus moschiferus, una especie de ciervo en peligro de extinción en estado silvestre.
En 1981 The Body Shop® lanzó la fragancia White Musk®, incluyendo el almizcle elaborado sin crueldad, 100% vegano para complacer, bajo su compromiso de no experimentación con animales, a aquellos que querían disfrutar de sus cualidades respetando la vida de los animales. Treinta años después de revolucionar el mercado de la perfumería, y tras haber creado diversas joyas aromáticas combinando sensuales almizcles sintéticos con ingredientes cálidos, The Body Shop presenta Black Musk, “la fragancia de almizcle más sensual y misteriosa de todas”.
El maestro perfumista Cécile Matton afirma que su creación es fruto de sus ansias por explorar la faceta más oscura del almizcle. “Queríamos crear un suave contraste entre elementos ligeros y oscuros, para obtener una sensualidad tipo claroscuro”, afirma. Su otro creador, Ralf Schwieger, señala que su intención era “expresar la naturaleza sensual del almizcle, ese maravilloso elemento que suscita curiosidad y hace que desees acercarte un poquito más…”. Así, defienden que han “mezclado maderas oscuras, raíces y semillas de vainilla con una sobredosis de almizcles para crear ese aspecto oscuro y sensual”. Mientras que “la pera, las flores y los cítricos aportan ligereza y generan el contraste”.
En definitiva, una nube de exquisitas notas de pera bambinella, toques de pimiento rosa y bergamota y un delicado toque de sensualidad del heliotropo, aderezado con una estimulante pincelada afrodisíaca de la raíz de regaliz se entrelaza con el aroma de la vainilla negra, el terroso pachuli y la dulzura del vetiver. Convirtiendo Black Musk en una fragancia sensual muy potente.
La presencia de los ingredientes naturales impregna toda la colección Musk. Además, las fragancias nunca han sido probadas en animales, son 100% veganas y tanto el Eau de Toilette Black Musk como el Eau de Parfum contienen alcohol orgánico de Comercio Justo con Comunidades, elaborado a partir de caña de azúcar cultivada por cooperativas de Sudamérica. “En Cotopaxi, Ecuador, los pequeños agricultores vuelven a plantar los árboles que utilizan para calentar el azúcar. Así consiguen hacer crecer sus negocios y, a la vez, protegen la tierra de forma sostenible”, explican.
Estos folículos son unas glándulas situadas cerca de los órganos sexuales del animal, y su función consiste en atraer a los individuos de sexo opuesto mediante su aroma. Para su obtención hay que sacrificar al ciervo y extraer la glándula, luego esta se seca al sol, sobre una piedra caliente, o por inmersión en aceite caliente haciendo que la pasta de color marrón rojizo se convierta en un material granulado negro llamado “grano de almizcle”.
Los perfumes compuestos con almizcle eran en el siglo XVII símbolo de lujo y prestigio, al tiempo que se apreciaban por sus supuestas propiedades medicinales. En la actualidad, se trata de uno de los productos animales de mayor valor económico y, si bien su venta está supervisada por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), su comercio ilegal sigue existiendo.