Las deficiencias nutricionales de la madre durante el embarazo pueden afectar de forma negativa al desarrollo del feto. Según la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación, (FAO) y la Organización Mundial de la Salud, (OMS), en relación a un estudio realizado por el Instituto de Investigaciones en Salud, (INISA) de la Universidad de Costa Rica, se recomienda un aumento en la ingesta de energía de 0.60 MJ/d a 150 Kcal durante el primer trimestre de embarazo y de 1,5 MJ/d a 350 Kcal. El Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad recomienda la ingesta de alimentos ricos en vitamina A, C y D y que contengan ácido fólico, como la fruta, ya que la dieta materna debe proporcionar la suficiente energía y nutrientes para satisfacer las necesidades habituales de la madre y del feto, antes, durante y después del embarazo. Durante el proceso de embarazo la dieta equilibrada debe ir acompañada de una actividad física que permita fomentar la salud y que ayude a controlar el exceso de peso. Según los estudios, algunos deportes como la natación son particularmente apropiados para mujeres embarazadas. El crecimiento y el normal desarrollo del feto están limitados por el aporte de nutrientes y oxigeno que recibe durante su gestación. En este sentido, la OMS señala que muchas de las complicaciones que surgen durante el embarazo podrían evitarse gracias a una mejora en la calidad global de la dieta. |