Activos de belleza natural

“Para quedarte donde estás tienes que correr lo más rápido que puedas…

y si quieres ir a otro sitio, deberás correr, por lo menos, dos veces más rápido.” Lewis Carroll

¡Corre lo más rápido que puedas hacia las nuevas tendencias cosméticas! No te quedes anclada en lo convencional. Está demostrado que lo mejor para la piel son los productos naturales, pues además de no ser agresivos, fortalecen y mejoran las funciones dérmicas. Los componentes naturales de las plantas se integran mejor en el manto lipídico que las parafinas, aceites minerales, siliconas y otros derivados del petróleo. Los principios activos de origen biológico nos aportan sustancias fáciles de metabolizar, que al ser asimiladas consiguen restablecer el equilibrio natural, logrando que la dermis recupere todo su esplendor.

Pero… ¿cómo puedes cuidar tu piel de forma sana y natural?, ¿qué es lo que te estas aplicando en la cara? ¿con qué se elaboran los cosméticos? La evolución, la ciencia y las creaciones de laboratorio no han logrado desbancar a los principios activos cosméticos que nos ofrece la Pachamama. La naturaleza continúa siendo la base de extracción de casi todos estos activos. El mar, las plantas, las frutas, las raíces, la colmena y hasta la propia tierra esconden millones de principios excelentes para crear productos destinados al cuidado de la belleza y la salud. ¡Descubrámoslos juntas!

PRINCIPIOS ACTIVOS NATURALES

La rosa polar o rhodiola rosea es una planta que crece en las altas latitudes del Ártico y ha sido usada durante siglos por la medicina tradicional de Escandinavia para acrecentar la longevidad. Esta planta es poseedora de propiedades antioxidantes y protectoras de radicales libres. Por su excelencia Alice in Beautyland la ha incluido en la formulación de su crema hidratante facial MAKE MY DAY. Un vanguardista neurocosmético con propiedades rejuvenecedoras que estimula la producción de B-endorfinas, hormonas que te generaran mayor felicidad. Aplicado sobre la piel produce efectos relajantes y de bienestar, por lo que está especialmente indicada para las pieles más sensibles e intolerantes. Hidrata en profundidad, dejando la piel cómoda, flexible, remineralizada y protegida durante todo el día. Con su constante aplicación la piel luce más atractiva y saludable, mejorando su apariencia. ¡Corre lo más rápido que puedas a comprártela! Estamos seguros de que cumplirá con tus expectativas.

La flor de loto simboliza pureza y creación, y es el emblema asiático por excelencia. De esta planta acuática, que en verano da flores flotantes de colores intensos, se obtienen excelentes principios activos capaces de saciar la sed de la piel, hidratándola en profundidad. También tiene propiedades astringentes. Los activos se extraen del loto azul, que curiosamente se abre con los primeros rayos de sol, y al mediodía se cierra y se hunde en el agua para reaparecer al día siguiente. El loto blanco florece durante la noche y recibe al día con la flor abierta.

La semilla de uva, también presente en MAKE MY DAY, contiene una cantidad importante de vitaminas y ácidos frutales que le confieren una acción exfoliante, iluminadora y protectora. El ácido linoleico que atesora es perfecto para fortalecer las membranas celulares. Contribuye a combatir el envejecimiento de la piel, ralentizando las inevitables huellas que va dejando el paso del tiempo.

El aceite de camelia, conocido como tsubaki, ha sido y es uno de los cosméticos más utilizados en Japón. Este arbusto esconde en sus semillas un potente antioxidante capaz de mantener la juventud y frescura de las pieles secas y sensibles. Gracias a su riqueza en proteínas y vitaminas vegetales contribuye a recobrar el equilibrio y esplendor dérmico. Actúa como restaurador y combate los efectos de las inevitables agresiones externas, responsables del envejecimiento cutáneo. Además, está demostrado que con su uso periódico se mejora considerablemente la flexibilidad cutánea.

Prueba a hacerte una mascarilla de aguacate y aceite de camelia. Esta combinación natural aporta tersura y nutrición, y al mismo tiempo suaviza la piel. Vierte en un recipiente una cucharada sopera de aguacate, preferiblemente muy maduro. Añade una cucharada de aceite de germen de trigo y veinte gotas de aceite de camelia. Este último elemento puedes encontrarlo en tiendas de productos orientales. También puedes adquirirlo en algunos herbolarios. Aplica el preparado sobre una piel perfectamente limpia y seca. Mantenlo sobre tu rostro, cuello y escote durante veinte minutos. Transcurrido este tiempo, retira con abundante agua fresca y posteriormente aplica tu crema habitual de tratamiento.

El bambú contiene un principio activo de acción regenerante. Ayuda a estimular la síntesis del colágeno, favorece el intercambio celular y, como consecuencia, regenera los tejidos. Además, tiene también efecto remineralizante por su alto contenido en silicio y magnesio. La caña de bambú micronizada es uno de los exfoliantes más utilizados en cosmética natural, debido a que permite exfoliar la piel sin agredirla. De su fragancia se dice que combate la tristeza y aporta energía y bienestar.

Puedes disfrutar de un baño energetizante si añades al agua de tu bañera veinte gotas de aceite de bambú mezcladas con otras quince de aceite de germen de trigo. Todo tu cuerpo quedara suave, nutrido y con un precioso brillo aterciopelado.

Desde épocas remotas los aborígenes de Australia han utilizado las hojas del árbol de té para aliviar diferentes enfermedades, mejorar el estado de la piel, e incluso, llevar a cabo rituales de belleza. El origen de su uso se debe a la tribu de los Bundjalung, habitantes del norte de Australia. En el año 1770 el capitán James Cook arribo a las costas de este país, donde descubrió un peculiar árbol con hojas muy pegajosas que utilizaban los nativos con fines terapéuticos. Tras comprobar que su infusión descongestionaba las vías respiratorias, fue enviado a Inglaterra diferentes muestras de este árbol para investigar sus propiedades medicinales.

Los aborígenes, conocedores de sus múltiples aplicaciones, ya prensaban las hojas y las reblandecían antes de preparar la decocción. Con esta tisana curaban heridas, quemaduras y aliviaban dolores en general. Con las hojas aplastadas y mezcladas con barro caliente trataban infecciones y afecciones cutáneas. Siglos después sigue formando parte de la formulación de infinidad de cosméticos naturales.

El Agar-Agar también conocido como gelatina de mar o Shiro kanten es un derivado de las algas gelidium. Se obtiene a partir de especies de algas rojas Rhodophyceae. Es gelificante y contiene sodio y calcio. Se utiliza en dietas de control de peso, ya que no aporta calorías superfluas y crea sensación de saciedad. Además tiene una ligera acción laxante. Es utilizado en la formulación de numerosos cosméticos como: geles faciales, anticelulíticos y gominas para el cabello.