Somos lo que comemos. No hay duda alguna de que una correcta alimentación influye positivamente en  el estado de la piel y en el proceso de envejecimiento. La alimentación biologica es mas sana, nos ofrece alimentos más saludables al poseer más nutrientes, vitaminas y minerales y ademas esta forma de cultivo contribuye a mitigar el cambio climático.  Por otro lado, la denominada BIO cosmética nos ofrece productos cien por cien biodegradables, y por lo tanto respetuosos con el medio ambiente.

Pero aun hay mas. En el intento de encontrar el equilibrio sostenible entre la influencia que ejercemos los humanos en el deterioro del planeta y las alternativas respetuosas con el medio ambiente es donde cobran gran relevancia la agricultura y la cosmetica ecologica. Estamos comenzando a padecer los cambios climáticos previstos, e indudablemente y casi irremediablemente, estas vicisitudes van a repercutir negativamente sobre la vida de los habitantes del planeta. En gran medida, y debido unas veces a nuestra irresponsabilidad y otras a la falta de información, todos hemos contribuido a transformar este mundo en un lugar cada vez más hostil para la vida de nuestra especie. La inquietud por el deterioro del planeta marca tendencias. El deterioro medioambiental producido en el último medio siglo esta comenzando a tener efectos nefastos y si queremos que nuestro planeta continúe siendo habitable para las generaciones que nos sucedan tenemos que comenzar a pensar con una mentalidad biosostenible.  Esto afecta a todos nuestros hábitos de vida, transporte, sistemas de calefacción, higiene, cosmética y, como no, a la alimentación, parte fundamental de nuestra existencia.  Aprovechar los ciclos de la madre naturaleza para conseguir el equilibrio y obtener alimentos de la manera más natural es un buen inicio para lograr frenar esta agresión medioambiental.

La agricultura ecológica puede contribuir a reducir las emisiones de CO2 al tratarse de un sistema permanente de producción sostenida. Ahorra en combustibles fósiles al no utilizar abonos químicos ni pesticidas de síntesis, ya que estos productos consumen gran cantidad de energía en su proceso de fabricación. Mantiene la fertilidad del suelo mediante  rotaciones de cultivo, abonos orgánicos, y la no inclusión del uso de fitosanitarios, plaguicidas, y fertilizantes de síntesis.  Es tarea de todos luchar por un mundo más sano y natural. Desde estas páginas amigas os animo a que día a día intentéis poner vuestro pequeño granito de arena. Todo esfuerzo, por pequeño que parezca, es importantísimo para salvar la tierra. Consumir alimentos biológicos es una buena forma de contribuir, además repercute de forma positiva y directa sobre la salud y la belleza del individuo

Maripi GADET

Autora de ‘Secretos de Belleza Natural’

    Editado por Grijalbo, Debolsillo y Panbooks en EE.UU