Caballos que educan
Hemos tenido la oportunidad de tomar parte en una sesión de terapia con Caballos que Educan, de la mano de Alicia Torres y conocer en qué consiste esta potente herramienta de desarrollo personal.
Como la propia Alicia explica en su web www.caballosqueducan.com “Vivimos en una sociedad que nos resulta muy amenazante. Para defendernos generamos unas máscaras que ocultan nuestra verdadera identidad. Creamos mentiras sociales y nos mentimos a nosotros mismos sobre nuestro estado de ánimo. Los caballos, simplemente no ven estas máscaras; no les prestan atención. Los caballos responden cuando actuamos de forma auténtica, congruente y respetuosa. Ellos van a percibir nuestras emociones escondidas, incluso cuando no somos conscientes de ellas. Por puro instinto de supervivencia se apartan de las personas que están tensas porque representan una amenaza para su vida.”
Nos ha fascinado vivenciar esto, experimentar que cuando la persona está centrada, relajada y con sus emociones bien enfocadas, el caballo se relaja y disfruta de su compañía; por el contrario, si esa persona siente miedo, no está centrada o sus emociones se han disparado, el caballo simplemente se aleja de ella. Podríamos decir que es una forma de Neurofeedback con conciencia ecológica, ajeno a la tecnología aunque elaborado a partir de los mismos principios científicos. Se considera Neurofeedback ya que a través del caballo se obtiene una lectura, de forma muy visual, de cuál es tu situación emocional en ese momento y te induce a modificarla para poder recuperar su atención y poder seguir interaccionando con él.
Esta técnica que magistralmente, con mucho cariño y sensibilidad, desarrolla Caballos que Educan, se basa en principios de neuropsicología, educación cognitiva, educación emocional y de integración de instintos primarios; todo ello combinado con técnicas de meditación, relajación, visualización, Mindfulness o incluso Gym Brain.
Alicia Torres, directora de Caballos que Educan, proviene del mundo de la Pedagogía: Licenciada en Filosofía y Ciencias de la Educación, experta en Neuropsicología, con una amplia carrera profesional desarrollando, entre otros, programas de educación especifica y educación compensatoria, dedicada al trabajo de colectivos en riesgo de exclusión, ha logrado aunar en este proyecto sus 3 grandes pasiones: la educación, el estudio del cerebro y por último los caballos y la etología.
Caballos que Educan está orientado a mejorar nuestro ámbito personal (la salud, la Asertividad, la autoestima, la empatía) y nuestras habilidades sociales (el liderazgo, la comunicación, la cooperación), requisitos imprescindibles para vivir y relacionarnos plenamente y con responsabilidad en la sociedad en la que vivimos. Esta modalidad de terapia asistida con caballos, realizada en un entorno poco habitual, en contacto con la fuente, con la tierra, y armonizados con la naturaleza, nos lleva a conectar con nuestras emociones y nos obliga a ser más congruentes y conscientes. El caballo es capaz de realizar una lectura clara, no sesgada ni interpretada, de nuestra situación emocional en esos momentos, y de hacérnosla ver a través de la calidad de su interacción con nosotros.
La sesión, que se desarrolla en unas instalaciones hípicas, comienza con una toma de contacto desde el suelo con el caballo, siempre bajo la atenta mirada de Alicia. Una vez nos hemos hecho conscientes, tanto el animal como nosotros, de nuestras respectivas presencias, se realizan una serie de tareas con el caballo, que poco a poco van progresando hacia un contacto más estrecho, que culminara, si se desea, con la monta natural. En ningún momento se fuerza al participante a ir más allá de sus posibilidades y deseos, ya que el fundamento de esta terapia es el de conseguir fluir con la armonía con que las cosas suceden en La Naturaleza. Alicia, en su labor de facilitadora, dirige la sesión, actuando como intérprete o traductora entre nosotros y el caballo, y va coordinando los ejercicios.
Este método está basado en la comunicación inter-especies. El caballo es capaz de leer, de percibir perfectamente nuestras emociones, nuestros miedos, sienten nuestro ritmo cardiaco, nuestra energía y nuestra disposición y, evidentemente, reaccionar ante eso, actuando como espejo en el que podemos observar lo que realmente sentimos, si lo manifestamos o no, si somos conscientes de ello o de las mascaras tras las cuales nos escondemos.
El contacto con los caballos produce cambios y mejoras en áreas como la concentración, la memoria, la percepción, la autoestima, la lateralidad, el sistema motor, el sistema óseo-muscular , e incluso, en nuestro sistema cardiovascular. Beneficiémonos de esta fuente de sanación física y emocional mientras disfrutamos de lo que la naturaleza pone a nuestro alcance.
Paloma Hornos
www.gestionemocional.com