Agua de mar, manantial de vida

La terapia con agua de mar es una técnica de nutrición celular avalada por magníficos beneficios para la salud a lo largo de más de un siglo de su práctica en clínica hospitalaria. A principios del siglo XX René Quinton salvó miles de vidas en Francia, especialmente de niños enfermos y desnutridos, a través de su inyección directa en vena. Desde ese momento ésta fue costeada por la Seguridad Social gala, sin embargo, a partir de 1982 perdió el reconocimiento como medicamento y su inyección vía intravenosa pasó a ser ilegal en Europa. Una prohibición que se mantiene en la actualidad en el viejo continente, aunque en sociedades más avanzadas, como Canadá o EE.UU, no existe esta restricción y su legalidad continúa vigente.

El agua de mar, según constató Quinton, tiene una composición casi idéntica al plasma de la sangre, las lágrimas o el líquido intersticial en el que nadan nuestras células. De ahí que, basándose en la tesis de que el nacimiento de la vida en la Tierra está en los océanos primigenios, se llegara a la conclusión de que el agua marina podría ayudar a recuperar la salud de los enfermos. En relación a esta idea, investigadores de la Universidad de Alicante en colaboración con los Laboratorios Quinton, dedicados únicamente a la elaboración de agua de mar microfiltrada en frío, han realizado recientemente un estudio que demuestra que el agua de mar activa el sistema inmunológico, desempeñando un efecto protector que vigoriza el organismo ante virus, bacterias, bajas defensas y otros patógenos estacionales.

Esta demostrado que entre las múltiples facultades beneficiosas que aporta de agua de mar se encuentra la de nutriente. Se trata de la mejor bebida isotónica para los deportistas y constituye un sustituto perfecto de la sal en las comidas.

La empresa Mediterranea ha logrado acercar a todas las personas este beneficioso producto natural, poniendo a disposición de todos Mediterranea, Agua de Mar. La exclusividad del mismo reside en que contiene Agua de Mar Viva, captada en lugares con un sublime valor biológico del mar Mediterráneo, por lo que posee una muy elevada cantidad de minerales, oxígeno y compuestos orgánicos fuentes de vida. Se trata de un producto inocuo y con garantías sanitarias, que contiene todas las propiedades originales del agua marina en su estado natural.

Un maravilloso elemento natural que contiene un 86% de cloruro sódico, mientras que el 14% restante queda conformado por la gama completa de minerales y oligoelementos necesarios para la vida, todo ello presente de manera natural. A través de una microfiltración en varias fases, una esterilización en frío y un sistema de purificación altamente selectivo se consiguen eliminar las bacterias, la materia orgánica y el resto de microorganismos sin provocar alteraciones en su composición natural.

El agua de mar puede emplearse como método preventivo, pues al injerirla mejoraremos nuestro estado general y así tendremos mejor ánimo para sobrellevar los reveses inevitables de la vida, sin que éstos nos hagan enfermar. También nos puede ayudar a evitar intoxicaciones, pues nuestras células están bañadas en el líquido interno y funcionan mejor cuando está limpio. En este sentido, el agua de mar es un aporte de líquido limpio que hace que todas las células empiecen a funcionar realizando cada una su labor. Por otra parte, es buena para resolver pequeñas dolencias como: gastritis, insomnios, calambres… además de las pequeñas heridas en el cuerpo o llagas en la boca que cicatrizan mejor lavándolas con agua de mar.

La prestigiosa doctora María Teresa Ilari, especialista en Medicina Interna, afirma que recomienda a sus pacientes la ingesta habitual “de agua de mar, medio litro puro, diluido o mezclado con los alimentos al día”. Además, defiende su utilidad “en numerosas patologías, incluidas las endocrinológicas, las tiroideas o las cardiovasculares, siendo especialmente eficaz en los problemas de piel como la psoriasis, en las úlceras varicosas y en muchas otras”. El agua de mar tomada en pequeñas dosis, una o dos cucharadas diarias, es nutritiva y depurativa. Se puede utilizar para calmar síntomas de dolores de huesos, de cabeza, inflamaciones, picores, etc., aunque su ingesta en dosis mayores requieren un seguimiento de un especialista.

Además, no podemos olvidar su fantástico uso culinario. Este magnificente obsequio natural contiene numerosos elementos minerales (calcio, potasio, magnesio, selenio, silicio…), lo que le permite teñir los alimentos con matices y sabores distintos a los aportados por la sal común, con la que tendemos a enmascarar la esencia de los productos. Si echamos la vista atrás podemos ver como en los pueblos pesqueros que bordean el Mediterráneo era una práctica habitual cocer el marisco recién pescado con agua extraída directamente del mar, siendo también empleada para la cocción de arroces y fideuás.

Estamos de enhorabuena porque Mediterranea ha puesto a nuestro alcance éste preciado elemento natural, gran aliado para contribuir a mejorar nuestra salud y fantástico aliado en nuestros fogones.