ESTRÉS, NO GRACIAS

En los últimos tiempos todos o casi todos andamos sobrecargados de estrés. Estamos engullidos en una filosofía de vida que nos arrastra a una vertiginosa espiral que cada vez da las vueltas más deprisa. Lamentablemente bajarnos del ‘carro’ es bastante complicado, ya que la corriente nos arrastra sin piedad.

Curiosamente, muchas culturas ancentrales ponen a nuestra disposición terapias y masajes capaces de ayudarnos a eliminar y descargar una parte de ese estrés que día tras día acumulamos, ofreciéndonos una mejor calidad de vida e indudablemente fuente de salud.

Por ejemplo, el Shiro-Dhara es un masaje psico-espiritual cuya génesis radica en el Ayurveda, una de las medicinas más antiguas del mundo que tiene su origen en la India. Este método milenario de curación y belleza natural considera al ser humano como un conjunto, englobando cuerpo, mente y espíritu. Reconocido como método de salud por la OMS (Organización Mundial de la Salud), el Ayurveda se ha convertido en una de las medicinas alternativas más presentes en Occidente. Una filosofía de vida que nos enseña cómo mantener y proteger nuestra salud, curar enfermedades y aumentar la longevidad. Simplemente combinando el cuidado de la alimentación con el hábito saludable de usar plantas medicinales, masajes y espiritualidad.

La cultura Hindú, nos aporta infinidad de técnicas y masajes que los occidentales estamos aprovechando cada vez mas. He de reconocer que el Shiro-Dhara es uno de mis masajes preferidos. Sin lugar a duda supone un auténtico placer para los sentidos. La persona descansa boca arriba sobre una camilla, mientras un fino y constante chorro de aceite de sésamo templado se vierte durante media hora sobre la frente del paciente. Éste incide sobre un punto situado por encima de los ojos, ecuador de ambos y denominado ‘tercer ojo’ por la mitología o sabiduría Ayurvedica. Los conocedores de esta práctica aseguran que activa y mejora el flujo energético a lo largo del organismo y que este es el motivo por la que se siente esa gran relajación. Según la filosofía védica, este punto corresponde con la glándula pineal o epífisis, situada justo en el centro del cerebro y encargada principalmente de la producción de melatonina u hormona de la paz mental, también denominada hormona de la felicidad. También se encuentra ubicada en este punto la glándula pinolina, conocida como ‘hormona de la apertura de la mente’. Este masaje estimula la segregación de serotonina y relaja profundamente los músculos. Esta especialmente recomendado en casos de estrés, insomnio, ansiedad y dolores de cabeza originados por tensión y sobrecarga mental. Contribuye a equilibrar el sistema nervioso y armoniza nuestras energías internas. Permite alcanzar una quietud de la mente que eleva la energía espiritual.

Para aquellos que lo que necesitan es una inyección de vitalidad, el masaje energetizante nos ayuda a superar los momentos de bajo estado anímico. Existen métodos específicos de masaje que se utilizan con el fin de revitalizar sistemas de energía agotados, buscando reactivar la propia generación de energía. Los protocolos de Masaje Energetizante combinan técnicas de quiromasaje sobre los puntos energéticos de digito-presión, que utiliza la tradición japonesa del Shi-atsu. De esta forma, se consigue activar y equilibrar los centros de alta concentración energética, denominados chakras, y los canales por donde circula la energía. Como consecuencia aumenta la concentración mental y el rendimiento físico, reduciéndose el cansancio y la fatiga acumulada. Además, se obtiene una mejor disposición para afrontar con entusiasmo la vida. Este tipo de masaje también es apropiado en ocasiones de fatiga generalizada, al igual que para un mantenimiento muscular durante entrenamientos y rehabilitaciones. No es aconsejable para aquellas personas que buscan un masaje suave y de relajación, aunque la sensación que se obtiene tras él es una agradable mezcla de relax y energetización.

El Tui-Na es una variedad de masaje energetizante que procede de oriente. Data de tiempos anteriores a la dinastía Shang de China, en el 1.700 A.C. Esta terapia se está popularizando en el mundo occidental como alternativa a los tradicionales métodos occidentales de masaje. Según la medicina tradicional china, mediante esta técnica se logra establecer un flujo más armonioso del ‘Qi’ (energía) a través de los meridianos o canales energéticos del cuerpo, permitiendo al organismo que pueda equilibrarse por sí mismo.

Y para aquellos que están sufriendo la crisis, ósea una buena parte de la población del mundo, un simple baño puede mejorar nuestra calidad de vida. Tan sólo se necesita agua, tiempo y algún ingrediente de bajo costo. Los baños de té son muy relajantes para el cuerpo y el espíritu. Algunos SPA japoneses ofrecen a sus clientes piscinas llenas de té verde, con fines terapéuticos. Nosotros también podemos disfrutar de los beneficios que aporta un maravilloso baño sin tener que movernos de casa. Los ingredientes que se utilizan son sencillos. Simplemente se ha de poner cuatro sobres de té verde en un litro de agua hirviendo. Tapar el recipiente. Esperar cinco minutos y añadir la infusión al agua de tu bañera. Sumérjase, al menos, durante diez minutos. Desgraciadamente el ritmo de vida cotidiano muchas veces no nos permite disfrutar del hecho de zambullirnos durante un tiempo en la bañera las veces que quisiéramos. Sin embargo, un baño, ante todo, es deleitarse con el cuidado y el ‘mimo’ hacia uno mismo. Un ritual sagrado de belleza y salud, tanto física como mental, al alcance de todos. Un momento de calma profunda. Olvídese por unos minutos del reloj, del trabajo, de las obligaciones cotidianas, y a ser posible, de los problemas. No es la limpieza el único objetivo que se persigue con un baño. Se trata de un gran placer de dioses del que se puede sacar mucho partido. Recuerde que la respiración es muy importante para llevar a cabo cualquier técnica de relajación. Para tranquilizar el cuerpo y la mente es útil practicar inicialmente varias respiraciones largas y profundas. Respire utilizando el diafragma y centre su atención en la zona situada por debajo del ombligo. La respiración debe de ser pausada, natural y tranquila.

Soy consciente de que para muchos el tema de los puntos energéticos, los chakras, el Qui y todos estos términos le suenan literalmente a ‘chino’, cosa que es normal al no formar parte de nuestra cultura; sin embargo, mi consejo es que prueben alguna de estas terapias. Eso sí, es importante saber en manos de quien te pones. No todos los profesionales ofrecen los mismos resultados, exactamente igual que pasa en otras actividades. Pero quizás, en aquellas relacionadas con la salud, las manos, la sensibilidad y la ‘buena fe’ son verdaderamente importantes.

Maripi GADET