La botella Flaska,
tu fuente personal de agua de manantial
Es en el manantial donde el agua emprende su camino, pero hasta llegar al grifo viaja a través de largas tuberías fabricadas con diversos materiales como pueden ser el plomo, el amianto o el plástico que distan mucho de su entorno natural. La FLASKA se ha convertido en un imprescindible para aquellos que apostamos por una vida sana y natural.
El agua, que normalmente fluye y se filtra por diferentes tipos de rocas y capas de suelo, en su caminar por las cañerías entra en contacto con sustancias que provocan un efecto vibracional que puede dejar huella durante un cierto tiempo, los dominios coherentes de las moléculas de agua resuenan con esta vibración incluso durante un periodo de tiempo mayor. Lo mismo sucede en las botellas de agua o los grifos, donde el agua permanece detenida durante un largo periodo de tiempo.
Respondiendo a esta alteración del estado natural del agua que bebemos, y con el propósito de conseguir que su estructura vibracional sea más similar a la estructura del agua de manantial, nace Flaska. Una botella cuyo vidrio se programa empleando la Tecnología de Programación del Sílice (TPS*), que consigue transformar la estructura vibracional del agua contenida en la botella y que consta de varios tipos de información extraída de la naturaleza.
Así, en primer lugar se graban tres símbolos en la superficie del vidrio: el número de lote, que sirve para la gestión, seguimiento y control de calidad; un cosmograma (circular), también llamado mandala, que protege el programa vibracional que lleva el vidrio y, el denominado ORO, que contribuye a que la estructuración del agua sea más eficaz. La segunda fase del proceso consiste en eliminar y limpiar las vibraciones “antiguas” que pudiera contener el vidrio, pues al dejarlo libre de ellas, se mejora la eficiencia del programa que graban en el vidrio.
Las botellas se programan utilizando Cañones de Orgon, dispositivos fabricados por la compañía alemana Bioaktiv. El programa vibracional que se imprime en cada botella, está compuesto por diferentes informaciones vibracionales, que se obtienen de elementos de la naturaleza que están en armonía con la estructura del agua y que, por tanto, la influencian. Esta fase es la más importante del proceso. Así, durante 90 minutos se imprime el programa vibracional en el dióxido de silicio (SiO2) del vidrio, el cual contiene aproximadamente un 71% de SIO2. Cuando el agua entra en contacto con el vidrio programado, se le transfiere la información vibracional a través de las oscilaciones electrodinámicas cuánticas de los dominios coherentes del vidrio.
La idea de desarrollar la TPS surgió de la experiencia de Flaska con el cultivo de fresas, donde advirtieron que había una diferencia significativa entre las fresas regadas con agua normal, y las fresas regadas con agua vibracionalmente estructurada. El austriaco Viktor Schauberger (1885-1958) fue el pionero de esta tecnología, mientras que algunos investigadores como Preparata, Szent-Gyorgy, Del Guidice, Pollack y Chaplin, han ofrecido explicaciones teóricas de los fenómenos que se pueden observar en la práctica, aportando una explicación científica a estos cambios en el agua.
El vidrio se trata de un material inerte, lo que supone que ninguna sustancia química indeseada contaminará nuestra comida o bebida al entrar en contacto con él.
Las botellas Flaska se producen en una fábrica de vidrio en Florencia, Italia, lo que les permite gozar de un atractivo diseño italiano, que ha sido mejorado para que presente una alta resistencia a roturas gracias a la incorporación de vidrio de mayor grosor, lo que te permitirá disfrutar de tu Flaska por mucho tiempo. Además, con el fin de incrementar su resistencia, esta botella viene acompañada de una funda protectora de neopreno, silicona, corcho o algodón.
Es un hecho que la cantidad y calidad de agua que consumimos tiene un efecto directo en nuestra salud.
Representando entre un 55-65% de la masa corporal, y más del 80% de la masa de nuestro cerebro, podemos decir que es uno de los “ingredientes” clave de nuestro organismo. Así, entre otros, tiene un papel importante en la regulación de la temperatura corporal, el suministro de nutrientes y oxígeno a las células (a través de la sangre), y la ayuda a la eliminación de desechos. También, está presente en el intestino y forma parte del líquido sinovial y otros fluidos corporales, por lo que actúa protegiendo los órganos y tejidos conectivos.
Es importante que tengamos en cuenta que zumos, refrescos, cerveza… no pueden reemplazar la ingesta de agua que nuestro cuerpo necesita, ya que estas bebidas tienen que ser previamente metabolizadas para poder obtener el agua que necesitamos para un correcto funcionamiento del organismo. Asimismo, es conveniente dar al material que contiene el agua la importancia que se merece, pues algunos tipos de plástico que utilizamos a diario pueden llegar a desprender sustancias tales como antimonio o bisfenoles, mientras que el vidrio simplemente actúa como contenedor. Por todo ello, usar Flaska y beber agua con frecuencia es un pequeño esfuerzo que mejorará tu salud de forma significativa.
Además de la botella en diferentes tamaños que se puede utilizar para llevar al trabajo o al colegio, disponen de un jarra para utilizar en el hogar. La última novedad es el DOGGY FLASKA, un bebedero para nuestras mascotas, ellas también se merecen lo mejor! Pronto os presentaremos estos nuevos productos.
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