El uso del tiempo
El tiempo es otro elemento que utilizamos para comunicarnos sin necesitar de palabras. La forma en la que utilizamos el tiempo proporciona información sobre nuestros intereses, hábitos y motivaciones y, sobre todo, de cómo nos sentimos frente a determinadas situaciones.
Todos presuponemos que cuando alguien llega puntual manifiesta interés, responsabilidad y empatía, mientras que alguien que habitualmente se retrasa revela irresponsabilidad, malos hábitos y falta de respeto al otro; también hacer las cosas con prisa y desear terminar cuanto antes revela poco interés y cierto egoísmo. Todo esto tiene una lectura determinada por la cultura en la que nos desenvolvemos.
La cronémica es la forma en la que concebimos, estructuramos y usamos el tiempo, lo cual dependerá de nuestro entorno social; es la interpretación del comportamiento humano con relación al tiempo.
La cronémica estudia tres aspectos:
-por un lado, se refiere al valor cultural de conceptos como la puntualidad, el retraso, la precipitación, analizados desde el entorno sociocultural en el que se desenvuelve el individuo; esto se conoce como Cronémica Conceptual.
-al análisis de la forma en la que estructuramos nuestras actividades diarias (levantarse, vestirse, comer, descansar, acostarse) o determinadas actividades sociales (uso del teléfono o de medios de comunicación y transporte, utilización de internet, actividades de ocio, etc.) se le denomina Cronémica Social; y por último,
-la Cronémica Interactiva se encarga de analizar la duración e intensidad de los signos con los que nos comunicamos (la mayor o menor duración de un saludo o despedida; de una caricia, de un beso o un abrazo, del estrechar la mano, entre otros) ya que estas señales pueden alterar o reforzar el sentido de lo que se expresa verbalmente.
Cada cultura interpreta de una forma distinta expresiones como “Estaré allí pronto“, “Lo haré mañana”, “No tardo nada”, “me falta poco para salir de casa”. En lo referente a puntualidad, las culturas que cumplen más escrupulosamente los plazos y tiempos son la Anglosajona y la Japonesa, mientras que las culturas Latinas y Mediterráneas tienen otra valoración del tiempo que dista mucho de la de los anteriores.
El Antropólogo estadounidense Dr. Edward T. Hall desarrolló a principios del siglo XX el concepto de comunicación cronémica llegando a la conclusión de que la cultura norteamericana y las culturas de medio y norte de Europa se rigen por un uso del tiempo totalmente segmentado y por un comportamiento mono-crónico, mientras que latinos y mediterráneos se comportan de forma poli-crónica, que se caracteriza por la utilización del tiempo en forma continua y por la realización de diversas acciones simultáneamente, es decir, pueden escuchar la radio, hablar por teléfono o leer una carta y todo al mismo tiempo.
La apreciación del tiempo en las diferentes culturas suele ser a veces incluso antagónica y por tanto define unas características de un grupo: para latinos y mediterráneos el resto de europeos y americanos, y por supuesto asiáticos, son personas frías y carentes de expresiones, mientras que para este segundo grupo, los primeros son desordenados, impuntuales o viscerales.
Paloma Hornos