La psiquiatría la describe como trastorno del estado de ánimo y su síntoma habitual es un estado de abatimiento e infelicidad que puede ser transitorio o permanente. Algunos autores la denominan la enfermedad de la tristeza.
La Depresión:
Cuando estamos estancados
Los síntomas asociados son: la tristeza patológica, el decaimiento, la irritabilidad o un trastorno del humor que puede disminuir el rendimiento en el trabajo o limitar la actividad vital habitual, independientemente de que su causa sea conocida o desconocida. Suele haber una pérdida de interés e incapacidad para disfrutar las actividades lúdicas habituales, así como una vivencia poco motivadora y más lenta del transcurso del tiempo. Influyen factores genéticos, biológicos y psicosociales. Algunas depresiones se manifiestan sólo durante los meses de otoño e invierno.
Hay evidencias de alteraciones en los neurotransmisores, citoquinas y hormonas que parecen modular o influir de forma importante sobre la aparición y el curso de
la enfermedad. La serotonina, dopamina y noradrenalina son algunas de las sustancias relacionadas y sobre las que actúan los fármacos antidepresivos más usados
Otra forma de tratar la depresión es mediante diversas formas de psicoterapia, que ayudan a los pacientes a analizar sus problemas y a resolverlos, a través de un intercambio verbal con el terapeuta. Si se usa una terapia conductual el trastorno depresivo se expresaría como resultado de la pugna entre los mecanismos de defensa del paciente y sus impulsos. Si se usa una terapia cognitiva la causa de la depresión se produciría por una alteración en la forma de pensar, que a su vez afecta a la forma de sentir y de comportarse.
Estancamiento
Si usamos la visión de la medicina tradicional china basada en el concepto del flujo de la energía (Chi), describe diversas causas que la pueden provocar, siendo la más frecuente el “estancamiento del chi de hígado”.
La palabra estancamiento podría ser el concepto que mejor definiría a este proceso. El chi de hígado en MTC se encarga de distribuir la energía por todo el cuerpo, si esta función esencial no se realiza se manifestará como un agotamiento generalizado, cuesta hacer cualquier actividad, se ha producido una especie de colapso.
Este estado podemos considerarlo que es fruto de un abuso en el tiempo de las diversas resistencias que ofrecemos al desarrollo de los procesos vitales que deberíamos realizar en nuestra vida.
Ejemplos de dichas resistencias podrían ser emociones guardas y no expresadas, duelos no realizados, conflictos no enfrentados, falta de habilidades para dar una respuesta adecuada a las circunstancias, creencias demasiado rígidas no basadas en tu propia experiencia. Estas resistencias se empiezan manifiestando físicamente con determinadas tensiones o falta de tono a nivel muscular, rigidez, ansiedad, nerviosismo, insomnio o vulnerabilidad, creando el caldo de cultivo que termina desembocando en la depresión. Este estado final a veces se produce tras un fuerte shock emocional, pero muchas otras surge de improviso sin que haya sucedido ningún acontecimiento reciente que lo justifique aparentemente, como cuando se termina la última gota de combustible en el depósito y de repente se para todo.
Respetar nuestros ciclos vitales
Nuestra capacidad mental es limitada, hay que darle un tiempo para que entre la información en nosotros, para su memorización, análisis, compresión, etc. Lo mismo ocurre con nuestros procesos fisiológicos, por ejemplo hay que parar de ingerir comida para poder realizar la digestión correctamente. También, al nivel emocional que impregna cualquier experiencia, hay que darle un tiempo para conectar con las circunstancias, dejarselas sentir, expresarlas, actuar, hablar, dar una respuesta mental (aprendizaje, cambio de creencias, etc).
Si no respetamos cada una de estas etapas, las dedicamos un tiempo suficiente, y las cerramos, empezaremos a acumular ciclos inacabados dentro de nosotros, los contendremos usando una tensión. Esto genera a la larga, mucha confusión y ruido de no saber con lo que cargamos, y un agotamiento final.
A veces en la vida real nos es difícil darle una respuesta adecuada si no tenemos musculadas adecuadamente ciertas habilidades, ya que la intensidad de las situaciones nos puede desbordar. Necesitamos entrenarlas aparte poco a poco como hace un actor delante del espejo o como hace un piloto de avión usando un simulador. Provocan todas las facetas que no tiene desarrolladas e integradas dentro de ellos, para después dar la respuesta adecuada delante del escenario o en el vuelo.
Meditaciones activas Osho
Las meditaciones activas son una selección de diversas técnicas del mundo de la meditación adaptadas a nuestro mundo actual. Nos van a ayudar a escenificar todos los aspectos que influyen en nuestra vida, en todas las dimensiones de nuestro ser y así detectar qué elementos tenemos descuidados u olvidados:
Los aspectos de relación con el exterior (los demás), o los aspectos de relación con nuestro ser interno. Los de actividad y pasividad. Los de ruido y silencio. Los de caos y orden. Los de control y descontrol. Los de locura y cordura.
Lo haremos usando métodos cercanos a cómo deberíamos vivir y relacionarnos mediante el baile, el canto, la respiración, la expresión, el movimiento, la observación, la quietud. Todo esto hará que aprendas a estar en todas las cocinas teniendo un dominio real.
Saber elegir la técnica más adecuada a nuestros temas pendientes es fundamental para ahorrar energías y esfuerzo, así trabajaremos más desde el disfrute y la compresión.
Shiatsu
El shiatsu nos proporciona un soporte corporal y energético para ayudar a disolver las resistencias que que han somatizado en nosotros y que impiden el libre flujo del chi. Es un soporte selectivo como el que realizaban nuestros padres cuando nos enseñaron a andar en bici sin ruedines, a veces nos empujaban a veces nos frenaban, otras nos mantenían en equilibrio y poco a poco nos dejaban espacios para pedalear sólos.
Este soporte selectivo lo obtenemos en shiatsu a través del diagnóstico energético basado en el modelo de la medicina tradicional china. Nos indica cual es nuestra tendencia interna y donde es más prioritario trabajar.
Al relajar o tonificar selectivamente diferentes elementos físicos o energéticos, nos permite tomar conciencia de cómo usamos dichos mecanismos, al ver que podemos estar en distintos estados y así poder comparar y decidir cuando usarlos y cuando no.
Al economizar la energía que usábamos para crear una tensión, sentiremos que tenemos objetivamente más vitalidad, que nos permitirá poder enfrentar con más posibilidades de éxito los pequeños o grandes retos del día a día.
Podemos considerar que un estado de depresión se produce por una falta de conciencia en uno o varios aspectos de nuestro ser. Si los conseguimos identificar habremos dado el primer paso para saber donde dirigir con claridad nuestras acciones y dónde nos tenemos que apoyar.
Necesitaremos experimentar y también saber un poco de “mecánica” para conseguir que nuestro viaje sea placentero y provechoso. La meditación y el shiatsu han sido mi selección, pero hay muchas más…
José Antonio Espeso
Monitor de meditación y Terapeuta de shiatsu