La Vergüenza
La Vergüenza es una emoción que va unida a la necesidad de ser aceptado por los demás, lo cual implica que el individuo que la padece se considera inadecuado.
Todo se basa en la idea de que se es defectuoso. Quien siente Vergüenza teme el abandono, pues considera que carece de valor para los demás, por estar lleno de defectos. Piensa que es inadecuado de forma global, sin ser capaz de destacar de forma concreta qué es lo que hay de malo en él.
Cuando nos sentimos avergonzados instintivamente tendemos a defendernos culpando a alguien o a algo de ser el origen o causante de aquello que ocurrió que nos hizo sentirnos así.
Esta emoción desencadena una serie de respuestas físicas como son calor en el rostro, imposibilidad de sostener la mirada, aceleración del pulso, vacío en el estómago e incapacidad para expresarnos. Tenemos la sensación de hacernos cada vez más pequeños e insignificantes mientras que quienes nos rodean se hacen más grandes, más fuertes y peligrosos. Es como si nos encogiéramos, lo cual es real ya que instintivamente encogemos brazos y piernas tratando de protegernos y de pasar desapercibidos.
Existe un error de concepto cuando confundimos la Culpa con la Vergüenza, ya que ni son sinónimos, ni dan nombre a una misma emoción. La diferencia que existe entre la Vergüenza y la Culpa vendría a ser la misma que existe entre los conceptos “soy malo” (que correspondería a la Vergüenza) y “he hecho algo malo” (que reflejaría un sentimiento de Culpa): la Culpa nos dice que “hemos cometido un error” mientras que la Vergüenza nos dice que “somos un error”
“la vergüenza es aquello que corroe esa parte de nosotros que cree que podemos cambiar para hacer mejor las cosas”.
Brene Brown
Paloma Hornos
