Parada y fonda en

el Barranco de Malafí

¿Quién no sueña con tener dos días para descansar, desconectar del estrés diario, disfrutar de la naturaleza en estado puro, relajarse con el silencio y degustar la incomparable gastronomía de un fogón casero? El Valle de Seta, situado en el condonado de Concentaina, en el norte de la provincia de Alicante, te permite todo esto y algo más. Un maravilloso espacio natural que recorre el río Seta y que está rodeado por las sierras de Almudaina, la Serrella y Alfaro. Dentro del valle se encuentran los municipios de Gorga, Balones, Benimasot, Facheca, Fomarca, Cautretondeta y la maravillosa localidad de Tollos. Éste último es el municipio menos poblado de Alicante, pero uno de los más bellos, con gran encanto, y que cuenta con una preciosa y acogedora casa rural, El Barranco de Malafí, donde poder disfrutar de unos días que seguramente estarán marcados en nuestro recuerdo con el sello de ‘especiales’.

La Casa Rural el Barranc de Malafí es una acogedora vivienda ubicada en el corazón del pueblo, a escasos metros de la Iglesia parroquial de San Antonio, y que ha sido rehabilitada para ofrecer el inconfundible y apreciado ambiente de un hogar confortable y cálido. Cuenta con tres habitaciones, una de ellas con cama de matrimonio y las otras dos con sendas camitas individuales cada una. En la planta baja se encuentra el salón con chimenea, ideal para disfrutar de maravillosas tardes de invierno al calor del fuego. La capacidad ideal es para seis personas, lo que la convierte en residencia perfecta para disfrutar de unos días con amigos o una estancia en familia numerosa. En la parte superior se encuentra una fantástica terraza que te permite visualizar un paraje natural verdaderamente fantástico y adentrarte con la mirada en el cautivador Barranco de Malafí, precisamente, el nombre de este alojamiento rural. Permiten animales de compañía. Tienen unos precios bastante interesantes, muy propios para vacacionar en épocas de crisis.

Hemos tenido la fortuna de disfrutarla durante el pasado fin de semana, lo que también nos ha permitido descubrir, una vez más, la inmensa belleza que posee el interior de la provincia de Alicante. Unos espectaculares parajes naturales que podrían ser catalogados como “los eternos desconocidos”, y que lamentablemente la mayoría de los turistas que visitan ‘la millor terra del mon’ se marchan sin descubrir.

Bellos rincones donde aún no ha llegado la sobreexplotación turística y en los que cada mañana tienes el honor de recibir el pan, la leche y otros alimentos en la puerta de tu casa, gracias al loable trabajo de pequeños tenderos que en sus vehículos-tienda los acercan a los vecinos. Municipios que increíblemente aún están fuera del mercado de consumo, donde los niños corren sin peligro por las calles de pueblo, ya que no existe circulación de vehículos por el casco urbano. Para entrar en Tollos hay que dejar el coche en uno de los dos accesos con parking que posee, para luego trasladarse por sus bellas calles llenas de preciosas plantas en primavera.

Desde Tollos la oferta de rutas para hacer senderismo son innumerables y existen para todos los niveles, atravesando parajes naturales de gran belleza. También hay itinerarios ciclistas, turismo cultural, ruinas y poblados moriscos, neveras naturales que datan del siglo XI, cuevas como la del Rull y pinturas rupestres al aire libre como las de Petracos. Un conjunto artístico que tiene la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1988. Existen espectaculares rutas que recorren parajes que evocan la expulsión de los moriscos, como el Barranc de Malafí ,que de forma natural ejerce de eje trasversal de la comarca.

También la gastronomía de la zona es deliciosa, con maravillosos fogones y magistrales cocineras, quienes ofrecen sus ricas viandas en casi todos los municipios de la comarca. Una deliciosa selección de productos tradicionales de la montaña alicantina que se entremezclan con aromas e ingredientes que durante tantos años utilizaron la población árabe que habitó esta zona. De entre todos ellos os recomendamos “El LLogaret” una taberna-restaurante en Beniaia, balcón de otro maravilloso valle, el d’Alcalà. A escasos 5 kilómetros de Tollos, dirección a La Vall d’Alcalà, se encuentra este acogedor restaurante donde la comida y la atención son insuperables. Nosotros lo descubrimos de forma casual y ha sido el lugar ideal para reponer fuerzas a nuestras excursiones.

El valle de Seta y la localidad de Tollos se encuentra ubicada a tan sólo 30 kilómetros de Denia, y realmente es inimaginable que recorriendo tan poco camino parezca que te cambies a una región del norte de España. Una experiencia fantástica que seguro repetiremos y que recomendamos realizar a todos los amantes de la vida natural. Y además, en verano, te ofrece el privilegio de poder dormir tapado con una mantita y por las tardes, cuando se pone el sol, tener que abrigarte con una chaqueta, mientras el resto de los mortales intenta aliviarse del intenso calor estival de las tierras costeras de Alicante.